ESTANCIA PIEDRA: Un día de Invierno entre viñedos

En esta época, finalizada la vendimia, la bodega toresana Estancia Piedra acomete con mimo la poda de invierno 

Una ocasión especial para disfrutar de una jornada enológica, gracias a las distintas visitas guiadas que ofrece la bodega

 Toro, noviembre de 2011. En la recta final del otoño la calma parece retornar a los viñedos tras el intenso ajetreo de la vendimia. Pero sólo por unos días, ya que en esta época empieza a prepararse la poda de invierno que, como cada año, se prolongará hasta primeros de marzo.

 En la bodega toresana Estancia Piedra la poda de invierno -también conocida como poda en seco en contraposición a la poda en verde que se hace en primavera- ha comenzado ya. Como en todas las labores agrícolas, es la naturaleza la que fija la fecha y este trabajo arranca con la caída de la hoja y finaliza con la brotación. Con el cuidado habitual, los responsables del viñedo realizan esta tarea durante el período de reposo vegetativo de la planta, y esta actividad se puede presenciar gracias a las visitas dirigidas que se organizan todos los días de la semana.

Estancia Piedra, firma señera de la nueva generación de los vinos de la D.O. Toro, favorece con este tipo de iniciativas el encuentro de los amantes de la cultura enológica. En cada visita, el recorrido comienza en el viñedo y pasa por las distintas secciones de la bodega para culminar en el centro social Lagarona, un espacio dedicado al intercambio de charlas y experiencias y donde se pueden degustar los excelentes vinos que han posicionado a esta bodega como referente mundial de la zona. Con precios que oscilan entre los cinco y los treinta euros, las distintas excursiones guiadas incluyen desde la cata de un vino hasta la posibilidad de conocerlos todos en armonía gastronómica con los alimentos y platos tradicionales de la comarca.

La cercanía de la bodega y la riqueza natural y cultural del trayecto completan la lista de atractivos que convierten estas visitas a Estancia Piedra en la escapada ideal para un día de invierno. A dos horas en coche desde Madrid se encuentran las instalaciones de la bodega, construidas sobre el viñedo más extenso de la Denominación de Origen Toro. La ruta que lleva hasta él atraviesa las históricas localidades de Medina del Campo y Tordesillas para acercarnos hasta la confluencia de los ríos Duero y Guareña, donde se encuentra este ondulado compendio de terruños cuyas cepas, plantadas en 1968, han preservado hasta nuestros días las peculiares características de la Tinta de Toro, variedad autóctona de la uva Tempranillo.

 Estancia Piedra organiza también jornadas y cursos de cata para grupos de seis o más personas.

Más información sobre visitas a bodega en: bodegaspiedra.com

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